jueves, 30 de julio de 2015

El valor de la fraternidad.

Entrada 14. 

                                     La Fraternidad.


  • La noción de fraternidad es una de las más interesantes en lo que hace a los diferentes tipos de vínculos que caracterizan al ser humano. La fraternidad puede ser descripta como el vínculo que une a dos hermanos y que supone, además del lazo de sangre, un sinfín de conexiones emocionales y psicológicas que tienen que ver con el contexto de crianza, con las experiencias vividas, con las personalidades, etc. La fraternidad también puede sentirse muchas veces con personas con las que no se comparte necesariamente un lazo de sangre si no que se comparten numerosas y emotivas experiencias de vida.
  • El concepto abstracto de fraternidad implica siempre las nociones de unión, de respeto mutuo y de acompañamiento. Si bien todas estas características son las que hacen a las relaciones entre hermanos (o deberían hacer a ellas), los lazos de fraternidad pueden volverse extensivos a relaciones no cosanguíneas en las que todos estos elementos estén presentes. Muchas corrientes filosóficas e históricas, como por ejemplo el socialismo o el comunismo entre muchos otros, recurren a una noción de fraternidad mediante la cual los diferentes miembros de una sociedad actúan juntos y unidos en pos del bien común.
  • Siguiendo esta idea, la fraternidad también puede ser una institución en la cual los miembros que la forman ocupan todos el mismo lugar con tan sólo algunos miembros superiores de manera periódica. Las fraternidades son así organizaciones que se caracterizan por estar formadas y dirigidas por personas con lazos en común (sanguíneos o no) que se juntan con un objetivo específico. Las mismas son muy típicas en las universidades y escuelas estadounidenses en las cuales representan a un grupo más o menos grande de gente que se opone a los demás y que establece todo un sistema de símbolos, rituales, formas de pensamiento y ceremonias.

La Alegria como valor

Entrada 13


LA ALEGRÍA ! !

La alegría es una de las tantas emociones que experimenta el ser humano en esta vida a la par de otras como ser el miedo, la ira, la sorpresa, la tristeza y el asco. Generalmente está originada por un sentimiento placentero o por la relación con alguna persona o cosa que manifiesta este tipo de emoción y que nos la contagia viviéndola casi como propia.

La alegría, entonces, como se desprende de lo que comentábamos, es una emoción positiva y agradable para cualquier persona que la observe, tanto en el, como en el otro, en tanto y la mayoría de las veces, se caracteriza por la manifestación de un estado interior luminoso, que ostenta una buena cantidad de energía y tendencia hacia una actitud constructiva y positiva, aún, cuando las cosas no hayan salido como se lo esperaba o deseaba.

Porque la persona alegre difícilmente pase desapercibida ante el resto de las miradas, ya que lo que muestra físicamente, hablando o en las decisiones que toma, revelan ese estado de armonía y felicidad que describíamos.

La alegría puede aparecer como una reacción, es decir, presentarse como consecuencia de un acontecimiento pasajero como podría ser el caso de ganar un premio, pasar un rato con los amigos, recibir un halago, un aumento en el trabajo, comprarse un lindo vestido o toparse con algún objeto que deseábamos y de pronto sin ningún esfuerzo es nuestro.

En esta situación, puede ser, que luego la persona que antes de este hecho se presentaba como parca o mal humorada, regrese a este humor.

Pero por otro lado puede ser que en realidad la alegría sea una tendencia vital o la actitud normal que ostenta una persona para vivir su vida, es decir, que toma a la alegría como un valor sobre el cual se guiarán cada una de sus decisiones, actitudes o pensamientos.

En otras palabras y ya alejándonos un poco de la formalidad de las definiciones, la alegría creo yo es el estado ideal al cual puede aspirar a alcanzar una persona.

lunes, 6 de julio de 2015

La libertad.

Entrada 12

                                            La LIBERTAD
El valor de la libertad se refiere a la capacidad de actuar según nuestras propias decisiones y escoger cada uno de los pasos que queremos dar y sus diferentes aspectos. Su ámbito abarca asuntos muy importantes como la vida familiar, la elección de un oficio u ocupación, así como también temas de la vida diaria: ¿Qué deseo hacer en este momento? Se ejerce plenamente cuando la persona puede considerar con cuidado y objetividad sus decisiones y vive en un entorno que le permite llevarlas a cabo.

Cada persona es única y diferente. Cada una tiene planes propios para su vida. La libertad le permite esforzarse para cumplirlos y en ese esfuerzo ir creciendo cada vez más. Para lograrlo es necesario que nada nos sujete, que nadie nos impida dar pasos por ese camino. A veces tenemos que luchar para conquistarla. Pero esa lucha no implica pleitos constantes con los demás. 

Requiere mucho mayor cuidado. El primer punto es aclarar nuestro pensamiento "¿Qué quiero hacer realmente"?. El segundo es considerar si eso nos ayudará a ser mejores y a estar más felices. Luego hay que tomar en cuenta a los demás: "¿Lo que voy a hacer no daña la libertad de los demás?" Cuando ya seguimos estos pasos podemos tomar una decisión y actuar. El cuidado que tenemos para guiar nuestra libertad se llama responsabilidad y es un punto muy importante porque de él depende nuestra vida.

Haz que tu voz se escuche. Expresa tus ideas. Cuando recibas una instrucción de alguien pregúntale con cortesía qué objetivo están buscando.
- Cuida la libertad de los demás. Cuando desees algo de ellos, pregúntales primero qué piensan y si están de acuerdo.

- Antes de imitar las conductas de los otros (su forma de vestir, de hablar o el deporte que practican) piensa si tú realmente quieres eso.

- Defiende tus puntos de vista y respeta los de los otros. Quizá de la combinación surja la mejor idea para todos.